Me
levanté temprano, antes de las 6 am mi cabeza ya daba miles de vueltas buscando
opciones. Espero con ansias que regresen los horarios de oficina, ya tengo las
cartas (todas) las que voy a enviar para el primer evento en marzo. Como casi
siempre, camino al baño prendo el celular y veo mis mensajes: felicitaciones y
amor llega a borbotones.
Sonrió.
Me
obligo a volver a la cama. Descansar mínimo 8 horas es mi propósito. Cierro los
ojos. Pronto me veo en un escenario, soy una cirquera que canta “Every Christmas”
con una niña en brazos. El público llora de emoción (¿qué? Así de dramáticos son
mis sueños). Alzó la vista y sólo hay 4 filas llenas.
Salgó
del escenario y le digo al Manolo.
- Necesitamos que llegue más gente. Debemos cambiar de estrategia, cambiar el espectáculo. Llámale a “M” que nos consiga entrevistas, les llamaré a mis amigos de la radio.
Rumbo
a la calle me encuentro a mis amigas. Se une Vanessa al equipo. Charlamos y
reímos, les comparto mis ideas. Ríen. Siempre me dicen que soy demasiado
ambiciosa. A lo lejos, comiendo tacos veo a “Ch” (el personaje que quiero sea
la imagen de la campaña de Aniversario). Mis amigas no ven el potencial, dicen
que no es el idóneo, yo tengo la idea muy metida en la cabeza y sólo la dejaré
hasta que escuche NO.
Estoy
a un metro de distancia de Ch, le pediré al menos su teléfono, en mi cabeza la
idea es tan buena que claro que aceptará. Me dicen que estoy loca, pero me lo
dicen a diario. Soy experta en tener ideas poco convencionales y tomar caminos
empedrados.
Sonrió.
Antes
de tocar el hombre de Ch, suena el teléfono y me despierta. ¿Es neta que Telmex
hace encuesta de calidad a las 10 de la mañana el primer día de enero?
Bajo a la Sala.
La luz entra desde la ventana. Manolo “desayuna” (es tan hermoso). Mayté llega y me da un abrazo. Les cuento mi sueño. Todos reímos. Me sirvo el primer café del año. Sí, era un propósito dejarlo. Manolo dice que es el café lo que me pone “nerviosa” y por eso no duermo completas las noches, pero no, es el exceso de sueños lo que me da energía extra.
La luz entra desde la ventana. Manolo “desayuna” (es tan hermoso). Mayté llega y me da un abrazo. Les cuento mi sueño. Todos reímos. Me sirvo el primer café del año. Sí, era un propósito dejarlo. Manolo dice que es el café lo que me pone “nerviosa” y por eso no duermo completas las noches, pero no, es el exceso de sueños lo que me da energía extra.
Me
terminó la copa de vino que deje pendiente en la madrugada y brindo en
silencio. Comemos pastel. Empiezo a llenar con citas la primera semana de enero. Será de
planeación y alianzas. “Mover mis fichas”, le llamo. Saber qué ofrecer para que
acepten, pero la verdad, mucha gente acepta por el cariño que me tiene. Les da
ternura mi locura, la forma a veces asfixiante con la que creo que una idea
puede cambiar el mundo.
Manolo
pone la lavadora. Recuerdo que quiero cambiar las cortinas y vamos a ir al
cine.
Soy
feliz.
P.D. Desde hoy iniciaré mi
diario, te doy permiso de observarme 366 días en mi camino por ser emprendedora. Les dejo hasta musicalizado el post, sí, esa es la canción que cantaba.
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